La
palabra de hoy en cuestión es: bustrófedon y la cosa viene porque alguien se ha parado a pensar que el
método que utilizamos de lectura no es del todo inteligente y por lo tanto puede
ser mejorable, ya que podríamos leer
mucho más de prisa de lo que lo hacemos normalmente, si no tuviéramos que dar
el salto tan brusco de retroceso cuando llegamos al final del renglón. Me
explico: nosotros leemos de izquierda a derecha y cuando llegamos al final del
renglón, parte derecha de la página, tenemos que dar un gran salto con la vista
hasta la parte izquierda de la cuartilla y descender un renglón para poder continuar
con la lectura del renglón siguiente. Pues bien, si cuando llegamos al final de
una línea, bajáramos hacia el extremo derecho de la próxima y siguiéramos
leyendo, ahora de derecha a izquierda, y continuáramos de esa forma, nos
ahorraríamos los saltos bruscos de línea que llevan tiempo y, según algunos,
dañan la vista. Como hay gente “pa to”, hubo incluso quien calculó que una
persona que dedica tres horas diarias a la lectura ahorraría de esta forma un
total de ciento treinta y seis días en toda su vida. Esto ya no resulta tan
creíble y puede ser discutible, pero bueno, dejémoslo así.
Como símil lógico utiliza la forma que tiene el labrador de
arar la tierra, mucho más sabia y lógica que nuestra forma de lectura, pues él cuando está arando una
finca de labor al llegar al final de un surco, no vuelve al lado del punto de
partida, como hacemos nosotros para leer, sino que hace girar el arado y
empieza un nuevo surco junto al que acaba de terminar.
"De ahí el origen de la palabra griega bustrófedon, que
denominaba este tipo de escritura y también el acto de arar en zigzag. El
vocablo se formó con bou 'buey' y strepho 'dar vuelta'.
Curiosamente, strepho se encuentra, además, en la etimología de estrofa. En
efecto, de ese verbo se derivó el sustantivo strophé, que inicialmente
significó ´evolución del coro en la escena´ y, más tarde, ´el
verso que el coro canta´. Veamos cómo quedaría la primera estrofa de la
primera rima de Bécquer si el autor la hubiera escrito como un bustrófedon:
Yo sé un himno gigante y extraño
Yo sé un himno gigante y extraño
arorua anu amla led ehcon al ne aicnuna euq
y estas páginas son de ese himno
arbmos al ne atalid eria le euq saicnedac"
Así pues, manos a la obra y a practicar se ha dicho. Espero
que os haya gustado la palabreja de marras.
Nota. Los párrafos finales de esta entrada han sido transcritos literalmente, de forma parcial o total, del propio texto original del autor.
Nota. Los párrafos finales de esta entrada han sido transcritos literalmente, de forma parcial o total, del propio texto original del autor.
B. G. G. bloguero
“Prior”
12 comentarios:
Benjamín, no me extraña que, como decimos por aquí “sepas latín”, aunque, según me dice Manolo, en Corias no lo estudiárais. Estando suscrito a sitios de esos…
Yo, a pesar de que sabía la rima en cuestión, la primera vez que intenté leerla se me hacía muy difícil, la segunda, ya menos. Si esto nos lo hubiesen enseñado en la escuela de pequeños, probablemente lo haríamos sin problema. Sería como el bilingüismo. Pero yo creo que aunque pierda tiempo, voy a seguir leyendo como antes. Así que de practicar nada.
Como te decía sabía la rima porque Becquer es mi poeta favorito. En mis años jóvenes no sé cuántas veces debí de leer las Rimas y Leyendas. Bueno, yo de poesía lo único que leía era Becquer y García Lorca (me los sabía de memoria). Después, pasados bastantes años, oí un día a Paco Valladares recitar un poema de Alberti y me gustó, no sé si más la voz de Valladares o el poema en sí. El caso es que leí bastante de Alberti también, pero como ya no era joven, era menos “romántica” que cuando leía a Becquer y García Lorca.
Por cierto, que Ulpiano nos sorprendió hoy también con un verso, bueno eso de sorprender no es exacto, pues yo siempre le vi, en sus escritos, vena poética. No sé lo que tiene, que aunque sea en verso nos hace ver y vivir las cosas que escribe.
Y ya para terminar, ¿Qué te parece el detalle de Víctor, de que una uva irá por los blogueros? A mí me parece un gran detalle. Gracias Víctor.
Desde luego que la idea de Víctor es muy de agradecer y, yo para no ser menos, también prometo que, de los doce traguitos que tome de “vino espumoso”, algunos, los dedicaré también a todos los blogueros, para que el año entrante siga teniendo mucha chispa y alegría para todos. Lo de los tragos se debe a que yo soy más partidario del jugo de la uva, que de las propias uvas. Pero, tranquilos, que el efecto es el mismo.
Maribel: tú y Manolo, aparte de la uva, también podéis dedicar un mordisquito de turrón cada uno.
En mi caso fueron uvas y por supuesto que os recordé en general a todos los del blog deseándoos lo mejor para este 2013, que si bien por ese número resulta ser un poco gafe para los supersticiosos, esperemos que no sea así y venga con ganas de salir de esta marabunta en la que estamos metidos.
Ayer para mi fue un día muy triste. Nos dejó un buen amigo de Cangas para reunirse supongo yo, con mi querido Ángel y se habrán dado como dice Morán, un gran abrazo celestial. Este amigo, era, es, Julio, el marido de Maxi.
Cuidaros mucho todos.
Como el año que se cerró ayer fue personalmente malo para mi familia con la muerte de la mujer de mi hermano,esperaba que el año 2013comenzara mejor, pero veo que Olga nos proporciona otra mala noticia. Esperemos que sea la última. Aunque no conocía personalmente a Julio si tengo una muy buena amistad con Maxi de mis tiempos de Cangas y principalmente de cuando trabajé en la Droguería Dupont.
En cuanto a la entrada del Prior la posibilidad de leer tantgoo de izquierda a derecha cono a la inversa, creo que al menos aquellos a los que nos dio clase de Lengua y Literatura el P. Jesús Martín, recordarán aquello de
"Dábale arroz a la zorra el abad".
Así es, Alfredo. La palabra o frase que se lee igual de izquierda a derecha, que de derecha a izquierda se llama palíndromo. Como le pasa a esta otra frase: "Adán no calla con nada". O a la palabra anilina. Hay un montón.
Benjamín,tamos guapos a estas alturas pa leer así,por lo menos yo...neno,lo que de pequeño no aprendieras...malo va a ser aprender de mayor,nun te parez...pero bueno como veo que te gusta estar al día del diccionario...si encuentras algo curioso pónnoslo en el blog y acabose la cuestión,yo por el entorno que me muevo de momento voy arreglándome bastante bién e incluso a veces nos entendemos,que no es tarea fácil...en los tiempos que corren,un abrazo.
Benjamín,estos días de Navidad,tuve la oportunidad de asistir a conciertos de Gospel,música Sacra y ayer especial de Año Nuevo concierto desde Viena con la orquesta sinfónica que nos brindó TVE,supongo que más de uno la veríais en vuestras casas,yo desde luego me pasé el concierto encantado,una joya de orquesta y excelentemente dirigida por un director impecable,nos ofrecieron unas imágenes de Austria y cercanías de Viena para finalizar en los últimos compases del Danubio Azul...para mí el mejor VALS de todos los tiempos,que con aquella música te transportaba a otros planetas,una verdadera delicia.un abrazo y a seguir disfrutando de lo que más nos gusta,!!!Qué placer¡¡¡
Yo propongo otro sistema de lectuira rápida que consiste en leer una linea con un ojo y, al mismo tiempo, la siguiente con el otro.
Se gana mucho tiempo.
Perdón por la broma.
ç
feliz 2013 a todos.-
Yo propongo otro sistema de lectuira rápida que consiste en leer una linea con un ojo y, al mismo tiempo, la siguiente con el otro.
Se gana mucho tiempo.
Perdón por la broma.
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feliz 2013 a todos.-
Felipe, pa eso tendríamos que tener los ojos en alineación vertical en vez de horizontal, ¿no te parece?
Muy agudo Roberto, porque sino se juntarían los dos ojos en la mitad del renglón leyendo. Siempre al quite como los buenos toreros.
Aunque os parezca mentira, existe un método de lectura rápida. Yo hice un cursillo sobre el tema y el resultado es muy positivo. Se tarda bastante en coger el tranquillo y después a practicar.
Habéis contado las paradas que hace la vista para leer un renglón?.
El método consiste, principalmente, en reducir, al máximo, ese número de paradas, con lo que los saltos se reducen, la lectura es mucho más rápida y la vista se cansa mucho menos. Tampoco se trata de leer de derecha a izquierda sino de empezar a leer el renglón en la tercera o cuarta palabra, no en la primera. Todo es cuestión de práctica.
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