viernes, 11 de febrero de 2011
Rebelión y desobediencia.
Aprovechando los casos de desobediencia y rebeldía que estamos viviendo en estos tiempos, tanto en la situación política de algunos países como es el caso de Egipto y de Túnez, y también en las costumbres cotidianas de los ciudadanos españoles como es el tema del “fumeque", según decía el personaje Juncal en boca de Paco Rabal. Yo también aplicaré el dicho de que, el diablo cuando no tiene qué hacer con el rabo mata moscas, y creo que éste, es el caso de nuestra Real Academia de la Lengua Española.
Puestos a aplicar dichos populares creo que nos viene muy al caso el siguiente chiste referente al cine que decía: toda una vida intentando aprender a decir “pinícula“ y una vez que lo hemos logrado, ahora lo cambian y le dicen “flim”. Pues esto mismo es lo que ha hecho la Real Academia de la Lengua con la reciente publicación de la nueva Ortografía de la Lengua Española.
En los extras del País Semanal, última página, números: 1792 y 93 el señor Javier Marías publica sendos artículos titulados: Discusiones Ortográficas I y II con los cuales estoy plenamente de acuerdo y pienso hacer lo mismo, salvando las distancias, como dice este miembro de la Real Academia. Si algún lector está interesado en estos artículos y no los tiene, se los puedo proporcionar.
Resulta que, un organismo que gran parte del tiempo, no sabemos si existe o ha desaparecido, de pronto quiere hacer acto de presencia y lo hace a modo de tsunami; no se le ocurre mejor cosa que trastocar y enredar conceptos muy asentados de la ortografía, que todos los bachilleres teníamos muy claros, y que además, de no estar para nada obsoletos, resultan imprescindibles para una buena comprensión y manejo de nuestra lengua; pues va y los cambia por otros que son a todas luces confusos, dudosos y poco clarificadores.
Yo, lo mismo que me he negado a cambiar ese pequeño párrafo del padre nuestro que, las pocas veces que lo pronuncio, lo sigo haciendo como siempre: “y perdónanos nuestras deudas así como nosotros perdonamos a nuestros deudores”; lo mismo haré con todas estas innovaciones de la Real Academia. Seguiré utilizando el acento para la conjunción disyuntiva o cuando vaya entre números; seguiré acentuando el adverbio sólo cuando equivalga a solamente; acentuaré la palabra guión. Nunca diré ye para nombrar a la i griega. Solamente cuando sustituye al verbo ser en su tercera persona del presente de indicativo como es el caso del “cangaleto”. En fin. Toda esta sarta de chorradas que nos quieren imponer, sin ton ni son, y que yo no me voy a dejar, tanto si se considera correcto como incorrecto. El haberse pasado estudiando el MIRANDA PODADERA durante muchas horas no se puede echar por la borda, así de buenas a primeras, por el capricho de cuatro carcamales trasnochados y caducos, que no saben en qué dar. Más les valdría preocuparse del léxico utilizado en los SMS y tratar de poner algo de orden en la escritura de este caos lingüístico.
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1 comentario:
Pues ya somos dos los que no dejaremos de colocar el acento (me niego a denominarlo tilde) cuando tenga que decir que "sólo estoy SOLO" por ejemplo. Estoy totalmente de acuerdo contigo. Lo de los SMS es de traca. Yo siento vergüenza ajena cuando trato de leer alguno de los que aparecen en las Televisiones. ¡Si Miranda Podadera levantara la cabeza!
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