Quizá deba recordar
martes, 30 de octubre de 2012
PASEO MARITIMO (GIJON).III
Del río Piles
partimos,
Quizá deba recordar
buscando el
final de etapas,
por puente igual
definido
de dos arcos
y tres pilastras.
El Tostadero
En
inmediatez del puente,
protegido
del nordeste
con
orientación solana
y fina arena
de playa,
se ubica el “Tostadero”,
dónde los
soles primeros
que lucen en primavera
acopian “culos
moyaos”
apremiando
piel morena.
En un paseo
elevado
de un bajo
acantilado,
proseguimos paso
a paso
hasta llegar
frente al Faro,
con sosiego,
llaneando.
Sombras de
Luz (Fernando Alba -1998)
Al llegar a esta altura
las Sombras de Luz te captan,
forjando
enorme escultura
que armonizan
cuatro planchas,
y que mentes
socarronas
bautizaron, “Las Chaponas”.
Desde el
Piles ya dejado
y a la
diestra del paseo,
varios
hoteles modernos
en área están
enclavados.
Pródiga en
restauración,
sugestiva y luminosa
es esta zona
de Gijón,
dÓnde
coexiste la copa
colindante
al comedor.
Terraza en el ático.Restaurante zona
Tostadero de Playa,
Buena Vida y Bellavista,
con
confortable terraza
conforman variada
lista
de esta vasta
explanada,
si el Faro
y su cocina
y el Pery
y su parrilla
añadimos a la misma.
Muro en
proximidades de “Las Chaponas”
Es por antonomasia
el
prestigioso paseo,
idóneo en caminata,
contemplación y
recreo.
Reloj de sol en zona del Sanatorio Marítimo
En el primer
mirador
del larguísimo paseo,
se apuesta
un Reloj de Sol
para los que
amen leerlo.
Madre del Emigrante (Muriedas 1970)
En el
segundo mirador
a poco
espacio distante,
otra
escultura se emplaza,
La
Madre del Emigrante,
con cuatro metros de alta.
Criticada y
denostada
por figura
desgarbada,
se estimaba
que su imagen
en nada simbolizaba
recuerdos
que de una madre
los
emigrantes guardaban.
Por la
expresión de su cara,
el gesto de su mano alta,
los pelos desaliñados
por el
viento ondeados,
le llaman
con retintín
“La Lloca del Rinconín”.
Con el
tiempo y la cultura
varió el
“playo” la postura
y ya sin peros ni discusión
es otro
emblema de Gijón.
Solidaridad
(Pepe Noja 1999)
Ya estamos
en el Rinconín
y enclavado
en su Parque
tras la
última escalera
en donde se
accede a la arena,
con Solidaridad topamos,
una escultura inoxidable
y de apariencia
moldeable.
Esta brillante cadena
de moldeados
eslabones,
es un canto
a las uniones,
libertad e
independencia.
Del pueblo la
picaresca,
a la
guasa siempre presta,
le puso de sobrenombre
“El meruco”
del Rinconín,
por su
estampa y su porte.
La etapa ya
está cubierta,
y sólo
informar nos queda
que aquí en
ruta costera,
se inicia una
pulcra senda
que pasa La
Providencia
y termina en
Golf Llorea.
Playa La Cagonera
Quizá deba recordar
para algunos
otro emblema,
y son las
playas nudistas
de Peñarrubia y Cagonera,
bien ocultas
de la senda
mas con
acceso desde ella.
Si esta
materia prima
en tres
etapas descrita
Morán o Ulpiano pillan,
Dios me coja
confesado,
¡que rubor! ¡que descalabro!
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4 comentarios:
Quizá sea Gijón la ciudad Asturiana que menos conozca. El influjo de Oviedo sobre los municipios lejanos es patente, por ser la capital donde se asientan los distintos centros de la Administración, tanto Central como Autonómica;hoy en día bastante descentralizados.
El viaje que nos hace JM. Martínez, es placentero, máxime al tratarse de una ciudad con olor a salitre.
Los Asturianos y en particular los Gijoneses, somos dados a definir las cosas por el aumentativo, o diminutivo, dependiendo de la situación y a poner nombre a todo lo que asome en el horizonte, a nuestro gusto quedando patentado " per secula seculorum".
Parte de las esculturas, que muestras en tu entrada les das sobrenombres.Mi cuñado; Herminio de La Caridad, tiene una escultura en el Rinconín. Sus características a groso modo son las siguientes: dos cilindros uno de 5 m. de alto x 60cm. de diámetro, otro de 2,50 m. de alto x 60 cm., que van a un mástil de 12 metros de acero.Toda su obra se basa en la tensión y el equilibrio. ¿ Mi pregunta, si tiene respuesta es ? ! han bautizado los gijones con algún nombre dicha obra!.
Un saludo
En esta estupenda exposición que nos ha hecho José Manuel, sobre una parte de la bonita ciudad gijonesa, aparte de recrearme viendo las fotos y leyendo los ripios, también he comprobado que el ingenio popular se deja ver y no hay quien lo pare. ¡Vaya bien puestos que están los apodos de las diferentes figuras!
José Manuel, no sé cuanto mide el Paseo Marítimo de Gijón, pero tengo que recorrerlo con tus relatos en la mano. Prácticamente, de lo que relatas, no conocía nada, salvo la “Escalerona”, y eso de hace muchos años. Como estoy un poco limitada en cuanto a lo de estar mucho de pie, igual lo hago en dos etapas.
Te parecerá imposible pero nosotros a Gijón ahora vamos poquísimo. Y si lo hacemos es a alguna cosa en particular y por el Paseo Marítimo ni pasamos. (Yo creo que debe de hacer 20 años, o más, que no estuve allí). Hace tres o cuatro años estuvimos en el Teatro Jovellanos en un concierto de Pasión Vega. También estuvimos en el Palacio de Deportes en otro concierto de Mª Dolores Pradera y Los Sabandeños, fueron dos años seguidos. Cuando fuimos al de Mª Dolores Pradera nos alojamos en el Parador que quedaba relativamente cerca, con lo cual no nos movimos de la zona. Y cuando fuimos al Jovellanos, en el Hotel Begoña, que queda muy cerca. A la Feria de Muestras hace más de veinte años que no vamos. En fin, que casi desconozco Gijón. Bueno también estuvimos en una boda hace unos seis años, pero era en el Hotel Jovellanos que está a las afueras.
Resumiendo, que me gustaron mucho tus entradas y describes muy bien todo, además del soporte fotográfico que acompañas, habrá que ir pensando en ir a dar un paseo por Gijón un sábado o un domingo de primavera.
Carlos, aprovecho para darte la bienvenida, porque con tantas participaciones de Entradas y Comentarios en el Blog últimamente (si pasas dos días sin leerlo ya te pierdes, ¡joer que éxito, chaco!) no me había enterado de tu llegada.
Respecto a la escultura "sin nombre" de tu cuñado Herminio Alvarez, seguramente debiera haberla figurado en la lista del paseo marítimo, pero al estar enclavada dentro del parque, se me pasó. Que yo sepa no ha sido bautizada con apodo permanente, hasta el momento.
Sí que por sus materiales de acero, cuando el viento azotaba fuertemente la zona, como hoy, había choques entre sus componentes metálicos y nos machacaba duramente como un cencerro o como diría el ilustrado rural cono una "chueca", repetidos a gran velocidad, que con el paso de los años no nos molestaba a los vecinos en absoluto. Al contrario nos servía de arrullo como las olas embravecidas. Nada que ver con su aspecto que es de donde vienen los apodos de las otras obras. Estos machacones sonidos entre metales hace tiempo que han desaparecido. Desconozco la causa. A lo mejor el autor lo sabe.
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