GRACIAS PADRE MORAN

Pasaron casi 50 años desde que lo había vista por última vez, cuando este pasado verano me acerqué al Llagar el Mancu de Gijón donde celebran los compañeros de la Promoción 61-68, para saludar a alguno de ellos y allí me topé con Morán. Tengo que reconocer que si Ramos no me dice quién es no lo habría reconocido. En me retina estaba una imagen de un Fraile joven, rubio, con abundante pelo y sobre todo con aquellas gafas oscuras que parecían de sol y que le identificaban y me encontré con un paisano con poco pelo; cosa lógica; y sobre todo sin gafas, cuando precisamente a estas edades suelen ser un complemento obligado. En cambio al Padre Lastra lo reconocí nada mas verlo. Poco o nada cambió su aspecto, salvo el pelo gris que aparece cuando las hojas del calendario van pasando.

En cuanto a mi paso por Corias y a pesar de que siempre fui un poco contestario, tengo unos recuerdos muy agradables. Creo que los buenos momentos superan con creces a los menos buenos motivados en la mayorías de las veces por los castigos casi siempre justificados por “salirnos de madre” como se suele decir. Allí iniciamos nuestros estudios una generación con pocos recursos económicos a los que nuestros padres no podían permitirse el lujo de enviarlos a estudiar a Oviedo o Gijón y que gracias a la apertura del Instituto Laboral de Corias pudimos adquirir unos conocimientos que de otro forma no hubiera podido ser. Muchos llegaron al final y hoy podemos presumir de que por allí pasaron muchos que hoy son médicos, abogados, ingenieros, arquitectos, profesores, ebanistas, torneros, etc. Otros nos quedamos por el camino, pero al menos en mi caso, siempre con el pensamiento en Corias y en los compañeros que desgraciadamente su fueron de esta vida a edades demasiado jóvenes. Tanto que desde que allá por 1996 comenzamos a reunirnos en Corias el último sábado de setiembre, no he faltado ni un año.

Desde que Benjamín abrió este Blog, vengo colaborando en lo que puedo sobre mi paso por Corias, e invito a que vayan apareciendo más compañeros y nos cuenten sus vivencias que seguro son muchísimas, sobre todo aquellos que estuvieron internos y se pasaron la gran mayoría de ellos 7 años entre aquellos fríos muros, teniendo por calefacción en los duros inviernos todas las mantas que pudieran acaparar, puesto eso de las calefacciones centrales no se conocían allí.

Acabo como empecé recordando al Padre Morán. Le agradezco su escrito al Blog y espero que siga contándonos de vez en cuando más recuerdos de sus 11 años que pasó en el Instituto Laboral de Corias, y sobre todo que nos aclare de una vez la famosa anécdota de la visita de Dª Carmen a Corias y el "encargo" del Padre Castaño para que alguien la vigilara.